Proyecto del SANAA gana premio en Foro Mundial del Agua

En el marco del  8º Foro Mundial del Agua realizado en Brasilia, Brasil; el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) premió el 19 de marzo el proyecto de suministro de agua subterránea a bajo costo mediante energía solar fotovoltáica en comunidades rurales de Honduras, implementado por el  Servicio Autónomo Nacional de Acueductos y Alcantarillados (SANAA),   como una de las 5 iniciativas ganadoras entre más de 300 de América que tuvieran capacidad para convertirse en ejemplos que pudieran asumir como propios el resto de la región; iniciativas que afrontasen el problema del cambio climático, garantizasen el acceso a agua segura, abordasen su tratamiento después de ser usada, se preocupasen de preservar los ecosistemas de donde procede este recurso, velasen por su financiación, su sostenibilidad y su adecuada gobernanza.

La iniciativa de uso de energía solar fotovoltáica surgió en el marco del Programa de Agua y Saneamiento Rural implementado por el SANAA financiado por el Fondo Español de Cooperación para Agua y Saneamiento en América Latina y el Caribe (FCAS) bajo la administración del BID; para la cual se contrataron 7 proyectos de suministro de agua y saneamiento a comunidades rurales, que incluían la perforación de pozos profundos y su equipamiento, y la construcción de tanques de distribución, redes de distribución y acometidas domiciliarias. Además se involucró y capacitó a las comunidades en el uso y manejo de la tecnología utilizada y se dio seguimiento postconstrucción por parte de la empresa constructora de al menos un año como mínimo, a fin de garantizar que las comunidades quedaran empoderadas con su operación y funcionamiento.

Los proyectos tienen más de dos años de estar operando sin problemas. En este tiempo, las comunidades han aprendido a convivir con su sistema, conociendo de sus limitaciones en cuanto a volumen de agua que pueden suministrar, y el manejo del sistema dependiendo de la estación seca o lluviosa en que se encuentren. Una de las comunidades, por iniciativa propia, solicitó y se le instalaron micromedidores, ya que ellos deseaban una distribución más equitativa con relación al suministro de agua.